Pintores No Italianos Sobre Temas Italianos

arte en italia mediterranea

En esta sección abordaremos temas relacionados con el Arte y su implicancia a la vinculación directa con el turismo en el área de Italia Mediterránea

Afirmar que soy un experto en arte no sólo sería inexacto sino que estaría lejos de la realidad; podría decirse que sólo soy un descarado, un atrevido, como buen italiano, un simple admirador de lo bello y que trata de disfrutar y bucear por los placeres de la vida de la mejor manera posible. Algunos de esos periplos, me han llevado a recorrer museos, galerías y exposiciones por diferentes ciudades del mundo que, por lo general, han contribuido a sorprenderme y a dejarme con la boca abierta en más de una ocasión.

Para ser sincero y por más que me considere una persona embebida con un cierto grado de cultura general y con mente abierta y siempre ávida por conocer y aprender, reconozco que mi capacidad para criticar y/o valorar en su real magnificencia el genio y la técnica del arte pictórico es netamente amateur. En líneas generales, mis gustos e intereses se inclinan a temas recurrentes, aún en lo gastronómico o musical. El cine clásico, novelas históricas o biográficas, algo de jazz, melódico y poco más, pero principalmente, nunca he logrado dejar de lado ese curioso enlace implícito e inevitable que me lleva a Italia, al origen de mi espíritu. Puedo estar frente a un edificio en pleno Manhattan que siempre encontraré una columna, moldura o capitel que me sirva para asociarla con Roma o con la magia renacentista. Teniendo en cuenta ese inquebrantable apasionamiento por cualquier cosa que tenga relación con Italia y como ya lo he expresado, sea en el lugar que sea, la inspección carnal, el rebusque de ese hemisferio caprichoso y crónico, me llevan a detenerme con mayor atención y profundidad, cada vez que encuentro una asociación tácita con mi segunda patria, la que he heredado de mis ancestros, pueda o no ser justificada.

En uno de los viajes por Londres, tuve la oportunidad de ver la obra de dos pintores sensacionales, extraordinarios, que me hicieron volar hacia el sur sin escalas y sin necesidad de trasponer el perímetro del museo. El primero de ellos se trata de Sir Lawrence Alma-Tadema, fue un pintor neerlandés neoclasicista del período victoriano, formado en Bélgica y afincado en Inglaterra desde 1870. Es conocido por sus detallistas y suntuosos cuadros inspirados en el mundo antiguo. El otro pintor fue John William Godward, nacido en Wimbledon, Londres, el 9 de agosto de 1861.

Godward, fue un pintor cuya extensa producción se caracteriza por un extraordinario virtuosismo y que coincide, cronológicamente, con el final del periodo prerrafaelista en Inglaterra. Injustamente se lo ha acusado de ser un imitador de Alma-Tadea, un absurdo, según mi humilde criterio, puesto que si bien sus obras tienen un correlato con el neerlandés, el estilo de su pintura se mantuvo prácticamente invariable a lo largo de toda su carrera y se caracteriza por un dibujo bastante más meticuloso, una precisión casi fotográfica en el tratamiento de los detalles, resaltado por un colorido brillante y diáfano.
Soy un agradecido por haber podido disfrutar de su legado, de sus magníficas obras que justificaron ampliamente, no sólo la visita por aquellas fantásticas galerías del norte, sino que colaboraron con el sortilegio de conducirme emocionalmente a través del tiempo, de los sentidos, de la imaginación, hasta mismas escalinatas del mediterráneo.