Pueblos Perdidos de Italia I

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  Italia es un país repleto de sitios hermosos, de paisajes paradisíacos, de valores artísticos incalculables, con innumerables páginas de historia que nos llevan a viajar en el tiempo cada vez que las recorremos, una cultura sublime, excelsa por donde quiera que se la lea, se la estudie, se disfrute. También tiene lugares perdidos, misteriosos, invadidos de leyendas, pasiones, contrastes. Territorios y pueblos poco conocidos que merecen nuestra atención y que, seguramente, elevarán nuestra imaginación.

  He seleccionado varios de estos lugares que, por distintas razones, forman parte de un ramillete de enigmas, al menos, para analizar y dar a conocer.

  Comenzaremos ésta serie de capítulos con un lugar llamado, Craco.

 Es un casco urbano muy antiguo abandonado a causa de fuertes deslizamientos de tierra a partir de mediados del siglo pasado, siendo el más destructivo el ocurrido en el año 1963. Hoy un lugar ideal para aquellos especialistas dedicados a la filmación de películas entre las que se encuentran escenas dramáticas de “Cristo si é fermato a Eboli”, “La pasión de Cristo”, “Quatum Solace” entre otras.

  Los orígenes de Craco se remontan al siglo VIII a. C. Es muy probable que ofreciera refugio a los colonos griegos del sur de la Magna Grecia cuando se trasladaron para escapar de la malaria.

  Craco fue posteriormente un centro bizantino y probablemente tenga alguna raíz de origen normando, situación que puede ser advertida gracias a las estructuras edilicias que aún se mantienen en pie, dentro del centro histórico. Como la mayoría de los centros en Basilicata la ciudad fue expuesta al fenómeno del bandolerismo, conocido como “brigantaggio”, sometida a saqueos y a una violencia devastadora, angustiante, que no distinguía estratos sociales puesto que la padecían los señores feudales como así también los pobladores más humildes. En el siglo XVI la población alcanzaba los 2500 habitantes y en 1656 fue víctima de la plaga que provocó una marcada disminución demográfica.

  La ciudadela, hoy en ruinas, conforma un pequeño circuito turístico desolador pero resulta atrapante.

  Es posible recorrer sus calles entre fachadas destruidas y, al mismo tiempo, admirar algunas de las casonas señoriales o ascender hasta la cima y recorrer la torre del Castillo, explorar antiguas iglesias y, sobre todo, observar las panorámicas de un sitio fantasmal.

  La ciudadela, hoy en ruinas, conforma un pequeño circuito turístico desolador pero resulta atrapante. Es posible recorrer sus calles entre fachadas destruidas y, al mismo tiempo, admirar algunas de las casonas señoriales o ascender hasta la cima y recorrer la torre del Castillo, explorar antiguas iglesias y, sobre todo, observar las panorámicas de un sitio fantasmal.

  Tal es el caso de la joven y bella Marietta, hija de un tabernero de Craco, acusada de complicidad por un supuesto romance con un ladrón. Marietta fue apresada y abusada salvajemente por la tropa, días más tarde de su captura, abrumada por las circunstancias, por las reiteradas violaciones y castigos, logró escapar de sus carceleros para suicidarse arrojándose al vacío desde la torre del castillo.

  Nunca nadie fue juzgado por la barbarie y los políticos, muy especialmente, hicieron siempre la vista gorda frente a todos los crímenes cometidos por quienes justamente debían asegurar el control de las regiones del sur.

  Cuentan quienes habitan en la región que su espíritu suele rondar por las calles abandonadas, derruidas de Craco, clamando por justicia y venganza; maldiciendo a todos aquellos corruptos que ostentan cargos dentro de la función pública, a los que llenan sus bocas con falsas palabras, con espurias promesas acerca de moralidad y dignidad popular.

 Y sobre todo, a los poderosos que envían a sus sicarios a martirizar inocentes.

 Un pueblo fantasma lleno de historias.

Alejandro Maruzzi