Descubra una belleza sin limites

El litoral norte de Brasil ofrece incomparables vistas, playas tropicales y seguridad garantizada.

  Según la historia el pueblo se llamaba Porto Rico, hasta que en 1850 se convirtió en un paraje donde se desembarcaban y comerciaban esclavos para trabajar en las plantaciones de caña de azúcar,  dado que en esa época ya existía la prohibición del tráfico de esclavos provenientes de África. Para evadir la fiscalización de esa ilegal transacción, los esclavos eran transportados juntos con gallinas de Guinea y la contraseña creada por los traficantes era tem galinha nova no porto (“hay gallinas nuevas en el puerto”), de allí la origen del nombre actual.

  Este polo turístico es uno de los mejores de todo Brasil, gracias a sus aguas cristalinas y sus piscinas naturales.  En las cercanías existen playas maravillosas como Muro Alto, con una gran pared natural de rocas, coral y arena. También Cupe, la playa y el pontal de Maraipe. Pero además en esta ciudad es posible bucear, dar paseos náuticos en botes y jangadas que te llevarán hasta las piscinas naturales para poder ver en toda su dimensión la fauna marina incluso hacer  recorridos por los estuarios donde podrás conocer el hogar de los caballitos de mar.